30 de junio de 2007



Patagonia argentina

Poldi. El camionero argentino protagonista de la ruta patagónica. Desde Tecka hasta Comodoro Rivadia llevó a dos mochileros urgidos por tocar el mar magallánico. Qué difícil travesía. Atravesar las pampas desiertas, inundadas de petróleo pero faltas de agua.
Los llevó a su casa en la ciudad del contrabando, tráfico y comercio sexual. Poldi era conocido en el barrio por sus movidas y su camioneta roja Ford del 80'. Sacó de su bolsillo unos pesos argentinos que se los pasó a su hija, la menor, para que comprara unos pollos y unas birras.
Una gran familia; Cristían el hijo mayor era evangélico y promovía su fe con entusiasmo, con cantos hiphoperos que hablaban de Jesús y del amor. Sebastián tenía 17 y era un adolescente de ojos gigantescos, siempre atento; intervenía poco pero en el momento preciso para que todos lo escucharan. Noelia, de 15 años, era extrovertida, simpática, coqueta. Llegó el novio contando que tuvo que sacar la "tuna" porque un hombre le silvó a su chica. La madre no estaba presente, porque dejó a Poldi por otro.
Los mochileros eran espectadores de un teatro absurdo pero real.

28 de junio de 2007


Punta Arenas, XII región, Chile
Veo que queda poco... ¿poco?

26 de junio de 2007

25 de junio de 2007



Cartagena, V región, Chile

Salí apurada de mi casa con el diario bajo el brazo. El Mercurio Dominical. Me llevé también los Avisos Clasificados. Pero el viaje de ida fue corto y sólo alcancé a leer Nacional y Artes y Letras.
En Cartagena el día era brillante. Brillante porque el sol ardía los ojos. Brillante también porque los colores era precisos, eran más bien armónicos, o perfectos.
El Mercurio Dominical fue el mismo que en un segundo de distracción salió corriendo, gritando libertad. El mar estaba apetitoso, al parecer irresistible.
A pesar de su acto de rebeldía lo fui a buscar, y lo recuperé, en parte... Me quedé con el Artes y Letras y los Avisos Clasificados. Qué más. Al final eran los avisos lo que me importaba.