12 de noviembre de 2006


Cusco, Perú

Todos somos espectadores. Hay que observar para aprender. Darse vuelta para volver a mirar; y analizar, y pensar. Somos espectadores de nuestra vida y de la vida de los otros. Estamos donde tenemos que estar y cuando debemos, queramos o no, la diferencia es que sólo algunos aprovechan su condición. Si observamos y entendemos qué nos dice el mundo, tendremos la oportunidad de crecer, y de avanzar. Por eso, hay que estar atento a las señales.