8 de septiembre de 2007



Coquimbo, IV región, Chile

"Un viaje en carretera" me dijo mi madre que no podía dejar de hacer. Todo el mundo alguna vez ha recorridos cientos, miles de kilómetros sobre cuatro ruedas. Es toda una experiencia mirar por el vidrio y dejarse seducir por las luces recepcionadas y luego proyectadas por el rostro absorto, detenido; como si todo afuera se moviera menos el auto y el espectador.
El tiempo pasa rápido y nada sucede dentro del espacio reducido y conducido hacia un destino predestinado -aunque para algunos puede que sea incierto-, porque la acción corre, formando un tubo fluorescente, en el mundo que no cupo dentro del vehículo (medio de transporte motorizado). Allí, bajo la cápsula protegida, hay tranquilidad para la mente y, por lo tanto, para realmente viajar.